sábado, 30 de junio de 2012

CALAR DE SANTA BARBARA

Dejamos el coche a escasos 4 km del Centro de Visitantes y Restaurante con habitaciones de alquiler del Cortijo de Narváez. Partiremos de 1400 m de altitud y subiremos hasta los 2269 de la cima del Santa Bárbara. Haremos la primera parte de la ascensión por un sendero...



...con vistas a nuestras espaldas del embalse del Negratín y si hiciera un día claro podríamos ver las sierras del Pozo, de Castril, Sierra Seca y la Sagra, que casi no vemos por la suciedad del ambiente.


Se acaba el sendero tras 45 minutos de subida saliendo pronto a la pista forestal que nos llevará hasta el Pozo de la Nieve.



Tomaremos un camino a izquierda, ya con vistas a la cumbre (nos encontramos sobre los 1800m), que nos conduce hacia las diversas bocas de minas que rodean la cima. Ya hemos abandonado toda clase de senderos y comenzamos la ascensión campo a través.

Camino hacia las minas.

Boca de mina.

Vistas de los Prados del Rey.

Ascenso al Santa Bárbara.

Grietas artificiales para sacar el mineral. Las minas dejaron de ser rentables en los 80.

En el descenso casi nos cubren las sabinas rastreras. Esto parece más un jardín.

Paseamos un ratito más por estos bellos parajes y cuando más aprieta el sol decidimos volver a descender por el mismo camino que tuvimos de subida, que gracias a Dios, va entre una gran pinada que nos proporciona buenos ratos de sombra.



sábado, 23 de junio de 2012

LA SAGRA

Abandonamos nuestro entrenamiento ciclista para subir con unos amigos a La Sagra. Ellos no lo habían hecho aún.

Vistas desde el Refugio.

Árbol derrotado por un rayo. Al fondo el paraje de las Santas.

Casi 3 horas de duro ascenso. ¡Vamos valientes!

El grupo desde un saliente a casi 2000 m de altitud.

Recreando el momemto en la populosa cima.

Enhorabuena a los nuevos en esta montaña maravillosa: Antonio, Antonio Jr. y Juan Pedro.

Tiempo para alguna macro en el descenso.

Posando con un pino bandera.

Descendiendo sin tocar con el culo el suelo ¡Bravo!

domingo, 3 de junio de 2012

VALDEPALACIOS - CAÑÁ LAMIENTA

Nunca dejará de sorprenderme. Sus conocimientos sobre nuestras tierras rozan la perfección. Nos propone hacer una ruta dejando los coches en el cortijo de la Noguera. Desde aquí empezaremos a pedalear subiendo el puerto de la Losa o de los Mirabetes, 12 km de puerto asfaltado, dibujando a lo largo de sus 10 recurvas un rosarito (sólo vamos 6) de bicicletas.

Ascendiendo con la Sagra al fondo.

Acabando la interminable subida.

Después de una hora larga de ascensión llegamos todos al final del puerto.


Porfin, la finalizamos del todo.

A poco de finalizar dicha subida giraremos por un camino a la izquierda en Cañada Longuilla. Aquí tenemos la primera valla que habremos de pasar. ¡Como tienen que estar las vallas!; se abre, se pasa y se vuelve a cerrar.

Valla que se abre y se cierra. Que aprendan algunos que quieren ponerle puertas al campo.

Las panorámicas comienzan a ser similares a las que podamos ver en los Alpes o los Pirineos, con la salvedad de que estamos en los términos municipales de Huéscar y Santiago de la Espada.

Pradera en explosión de color amarillo.

Una sucesión de pequeñas subidas y bajadas entre paisajes verdaderamente alucinantes, rodeados de campos de gamonitos e infinidad de otras pequeñas flores...

Pedaleando entre gamonitos.

...nos llevará hasta el cortijo de Valdepalacios...

Llegando al cortijo.
Vicente observando los caballos.

... siguiendo nuestro camino, después de cruzarnos con una pareja de cervatillos, que se apuran para conseguir esconderse antes de ser captados por las cámaras, llegamos a D. Domingo cogiendo el camino a derecha justo antes del poblado, por donde llegaremos a la rambla del Borbotón y pronto dará comienzo el eterno ascenso a Cañada Lamienta. Desde aquí valen más las imágenes que las palabras...

Comienza el puerto.
Esperando a los compañeros al final de una subida.
Eterno ascenso.
Entre viejos pinares.
¡En Cañada Lamiento no hay flores! Casi más amarillo que verde.
Jardín en la montaña.
¡¡¡Que paseo!!! ¿no?
Vaya marco en el mismísimo cortijo de Cañada Lamienta donde, todo hay que decirlo, Ramón pasó un mal rato por culpa de un mastín.
¡Pués abrá que subir esa pared!
Agracejo en flor. No fueron los únicos que subieron la pared andando.

Se acabó Cañada Lamienta y con ella la eterna subida. Un paseo por prados de alta montaña (1800 m de altitud) hasta llegar al Peñón del Toro.

Prados de alta montaña.
Bajada por el Peñón del Toro, con la Sagra al fondo.

 Desde aquí un descenso peligroso (perdonad que no sacara la cámara), de 7 km, hasta llegar a los coches.

Una etapa verdaderamente preciosa, la mayor parte de ella entre los 1600 y 1800 metros de altitud. Nos acompañó el tiempo, más bien fresquito y disfrutamos de paisajes que creíamos no existían más que allá en el lejano y húmedo norte de España. Desde aquí mi más sincero reconocimiento. Gracias, Jesús Claudio.