Partimos por el Camino de Parpacén, enlazando pronto con el de Torralba y a la altura del Cortijo del Cerro del Negro giramos hacia las Cuevas del mismo nombre hasta que se nos acaba el camino.
En este momento bajaremos por la cañada del Pilancón campo a través hasta encontrar de nuevo un camino que nos llevará a Castilléjar. Aquí una vez cruzado el Guardal giramos por un camino que lo remonta plácidamente en paralelo.
Pasaremos por el Cortijo de Felín y después de atravesar a patita un bancal que labra el camino (costumbre de por aquí cuando pasa un camino por tu finca). Atravesando dicho tramo nos reencontramos con el camino y una bajada peligrosa hasta el arroyo de las Azadillas, que cruzamos sin mojarnos.
¡Está congelado!
Tras una subida de plato chico y piñón grande...
... unos kilómetros de relax hasta bien pasado el cortijo de la Señora...
... momento en que giramos a la derecha y bajamos hasta el Cortijo del Tío Chisme, ya en la ribera del Guardal, cruzandolo por un ¿puente? de chapa (Al parecer al paraje le llaman "El Royo").
Aquí nos espera una ascensión arrastrando la bici, ante la imposibilidad de hacerlo encima de ella debido a la inmensa cantidad de guijarros que alfombran lo que algunos se atreven a llamar camino.
En este punto algunos compañeros comentan la posibilidad de no volver a pasar por aquí de nuevo nunca.
Una vez que salimos al Pinar del Guardal buscamos la ruta más corta y fácil hacia Huéscar, acompañados de algunas pájaras y alguna que otra caída.
Una ruta dura donde las halla. Con muchos tramos de campo a través, senderos, y dos ascensiones terribles y con mal piso.
Existe una persona en este mundo que no deja de sorprenderme. ¡Gracias, Jesús Claudio!
Será por la subidita que nos cascamos para salir del Guardal... la próxima será mejor bajando. Ya verás como para eso sí se anima la gente. Total que pillé una bien gorda -sudar y enfriarse- que me ha dejado fuera de juego dos semanas. La próxima más.
ResponderEliminarSaludos.