Salimos de Los Arcos, y después de adelantar mogollón de peregrinos andando y varias subidas y bajadas como las de ayer, o sea, peligrosillas, llegamos a Logroño. Tardamos bastante en cruzarlo, pero vemos los impresionantes jardines de cesped extremadamente cuidados.
Cruzar el puente sobre el río Ebro llama mucho la atención y a su salida paramos en el "peregrino pasante" de Marcelino Lobato, al que le gusta tanto nuestra credencial que nos pide le mandemos una cuando lleguemos a nuestro pueblo.
En Navarrete desayunamos y nos invitan los lugareños a quedarnos a la degustación de bollos que habrá por la tarde. Claro, no podemos. El recorrido es superagradable, descensos prolongados, sin mucha pendiente. Conocemos varios bicigrinos (de Macael, de S. Sebastián, etc...).
Después de un fuerte repecho encontraremos el momento más feliz de la jornada: Con el calor que hacía y una fuente con un agua fresquita riquísima.
Al llegar a Cirueña, ya sabiendo que nos quedan 6 km y "pa bajo" nos tomamos 3 cañas que saben a gloria, acompañadas de su correspondiente bocata.
Por fin, en St. Domingo visitamos la preciosa catedral. Por cierto nuestro destino era Azofra, pero lo pasamos al quedar muy corto el recorrido.
Buenas noches, son las 22:13
Perdón, después de atravesar La Rioja, no tengo perdón si no hago referencia a los bellos paseos entre los muchos viñedos de la zona. Y el Hotel de St. Domingo, precioso, un antiguo molino remodelado, nos dará cobijo esta noche.
Puente sobre el Ebro en LogroñoIndicadores a seguir en el Camino de Santiago.
Las robustas y bonitas iglesias nos acompañan por todo el camino
Un bicigrino reconvertido en peregrino.
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