Comenzamos con una continua sucesión de suaves lomas hasta llegar a Castrojeriz, donde ponemos nuestro primer sello del día. Subimos, al poco, el Alto de Mostelares, de sólo un kilómetro de longitud, pero con rampas que superan el 12 % en su subida con unas vistas panorámicas espectaculares y una bajada de vértigo con una pendiente que alcanza el 18 % de desnivel. "P´habernos matao".
El camino nos lleva en paralelo al precioso Canal de Castilla, donde adelantamos un grupo de jóvenes y se nos quedaría grabada, posiblemente para toda la vida la imagen más emocionante de todo el camino. Este grupo llevaba en una especie de parihuela, con una rueda en el centro, a un chico disminuido portado por sendos jóvenes, uno delante y otro detrás (no saqué ninguna foto por respeto).
A continuación aparecen llanos interminables, no se ve el fin, ni una loma, ni una montañita pequeñita, nada. Llano. El paisaje monótono, pasamos por Frómista, Carrión de los Condes y un sinfin de pequeñas poblaciones.
Después de una seria inacabable de continuos repechos y descensos, que a la hora que es se nos hace bastante pesado, llegamos a Sahagún, en la provincia de León, o sea, salimos de Burgos, atravesamos la provincia de Soria y nos hemos plantado, tras una inacabable etapa, en el primer pueblo de la provincia de León. Por cierto en el albergue del peregrinos nos informan que estamos justo en la mitad del Camino.
A descansar.
P.D. Juan Ramón se está picando en que le lea el diario al acostarnos "pa quearse dormío", vamos.
Canal de Castilla (y nosotros)
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